jueves, 28 de agosto de 2008

ONLY LOCALS

El Sunzal hoy
Buenas.
Estoy ahora mismo delante de la pantalla pero sin ver nada, con la mirada perdida en el horizonte, con la mirada de haber estado en el fregao.
Hoy está entrando mucho mar. Hoy es el día en el que los que los tienen, han encerado sus pinchos. Y bananas y yo nos hemos adentrado al furioso mar con nuestras 6,4 y 6,3.

La cosa es que la ola que mejor pinta tenía hoy, el sunzal, la derecha gordota y facilona, estaba llena de gente. Tan llena que hemos decidido no entrar ahi, y aventurarnos en La Bocana.
La Bocana es el pico de onlilocals, el pico en el que en teoría los extranjeros no podemos entrar. Pero el bananas el otro día con el morro que le caracteriza entró, y se estuvo codeando con los locals (me dice que añada que sin ningún problema). Hay que admitir que pese a que la gente como yo muchas veces nos quejamos de las cosas que hace la gente como el bananas, sin no fuera por ellos nos perderíamos un montón de cosas.
Y bueno, el caso es que parece ser que podemos entrar a la bocana sin problemas, al menos de momento no los ha habido.
Y hoy no iba a ser menos, ya que la bocana estaba completamente vacía. No había un alma. Se veían desde la lejanía unas olacas importantes, grandes, bonitas, que rompían con calma a izquierda y derecha.
Cuando nos íbamos a meter, nos hemos encontrado con un chavalillo que vende collares, y nos ha dicho "hoy la bocana está muy grande, por eso no hay nadie". Y pese a que una voz me decía "haz caso al chaval coño, que lleva toda la vida aqui", hemos dicho venga, vamos a probar y si eso nos piramos.

La entrada ha sido infernal. No paraban de romper las olas en nuestra cara, llevandonos para atras, parecía que no iban a parar nunca, un pato tras otro, cada una te dejaba más atrás...pero al final de repente ha parado y no sé cómo hemos llegado al fondo. Yo he estado a punto de rendirme, pero he probado una última vez, y el mar me ha dejado llegar.

Una vez arriba, las olas llegaban grandes, bastante grandes. Yo he remado un par de derechas que no he conseguido que me llevaran, me he autoengañado diciendome "es que esta tabla es muy pequeña para estas olas", y he seguido buscando algun piquete que me llevase.
Entonces han empezado a romper las olas esas que rompen en el horizonte y que es imposible que no te pillen. BUMM una... BUMMMMM dos.... no sueltes la tabla, no sueltes la tabla....casi se me disloca un hombro por no soltar la tabla...BUMMMM tres...y ya nos han vuelto a dejar en un sitio crítico y feo, donde otra vez nos rompían en la cara las olas normales. Tras un rato remando, haciendo patos, tragando agua, dando vueltas debajo de la espuma, sin soltar nunca la tabla, hemos vuelto a llegar al pico. Garra Jaguar ha pillado una izquierda bastante gorda que le ha llevado hasta la orilla. Pero cuando estaba volviendo le han pillado un par de olas, justo antes de que llegase otra serie de monstruos del horizonte, dandonos de nuevo estopa. A Garra Jaguar le han llevado hasta la orilla. Yo le oía silbar pero no sabía de dónde, sólo sabía que estaba vivo. Me caían más olas encima, cada vez que veía romper una delante mía me parecía imposible hacer un pato que la sortease, y desde luego así era. Cada vez más débil, clavaba la punta de mi tabla y luego pisaba el culo con mi pie derecho, pero no servía de nada. La ola me meneaba, me daba vueltas, se me metía por el aparato respiratorio...cuando conseguía salir, no había manera de remar, la tabla se me escapaba de debajo de la tripa, y entonces llegaba otra ola...vuelta a empezar...no sueltes la tabla, la tabla flota, no sueltes la tabla, si la sueltas dejas de saber dónde está...no sueltes la tabla...
Ya harto, pablo había desaparecido. Ya no había Yo, tan sólo quedaba mi cuerpo y el instinto de supervivencia, el que hacía que mi cuerpo subiese a la superficie a buscar aire. Entonces he mirado hacia atras. He visto que no sólo las olas me estaban llevando a la orilla, sino que una terrible corriente me estaba llevando a toda velocidad hacia donde ya no había orilla, sino una especie de acantilado. Entonces me he acojonado de verdad. Me ha venido a la cabeza Papaya (el dueño de donde dormimos) hablando de las corrientes de aqui, Luciano (un brasileño que anda aqui y alli) hablando de las rocas...y me he puesto a remar hacia la orilla, confiando en llegar antes de que la corriente me ganase y me dejase sin ninguna posibilidad en ese horrible acantilado.
Y ahi ha llegado el peor momento. El momento en que he visto que empezaba a poder tocar fondo. Pero solo a veces. Y no era fondo lo que tocaba, sino rocas. Las espumas gordas y furiosas seguían dandome revolcones, y esta vez tenía que andar también al loro con las rocas del fondo. En cualquier momento uno de esos revolcones me iba a hacer conocer de cerca a los moluscos que se pegan a los piedros que hay por aqui.
Poco a poco he ido llegando (bueno, me han ido llevando) a donde ya cubría poco, y con un poco de maña y mucha suerte, me agarraba a una piedra justo antes de que viniese la espuma. Ya no eran tan fuertes en la orilla, y he podido ir saliendo poco a poco, gracias en parte a que Garrajaguar me a venido a buscar y me ha pillado la tabla. Y por fín he salido.
El camino de vuelta ha sido arduo, todo el rato pisando cantos rodados, y hemos tenido que cruzar un río que pese a que era estrecho, era bastante hondo. En mi debilidad, el agua me ha empezado a arrastrar, y me he caido con mi tabla, y me ha arrastrado unos metros, pero eso ha estado bien, despues de enfrentarte a las olas y las rocas, un río así de estrecho resulta divertido.

Y bueno, aquí estamos los dos, sin muchas ganas de volver a entrar al agua, disfrutando de nuestra atmósfera gaseosa no líquida.
Dando gracias a neptuno por darnos el aviso sin ser demasiado duro.

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