domingo, 24 de agosto de 2008

Dimanche 24 de Agosto de 2008

Resaca.
Esta es la primera de las crónicas del pableras y el bananas por el salvador. Tras una semana sin poder encender el portátil, un escocés me ha dejado un adaptador y por fin he podido cargar la batería.Hoy tengo resaca. Ayer el bananas se fue a sobar prontele despues de bebernos una michelada (un horrible coctel que hacen aqui con cerveza, salsa perrins, sal y tabasco), y yo me quedé con un tres tíos que acababan de llegar a donde estamos alojados, dos australianos y un irlandes. Resulta que era el cumpleaños de uno de los australianos, y que lo celebran agarrandose un pedo indecente, a lo que me apunté sin dudar un segundo. Pero la playa El Tunco no es el lugar para hacer grandes fiestas. Tras unas cervezuelas en el restaurante en el que estábamos, y tras hacer beber al añoscumpliente unos chupitos, fuimos al bar de al lado, donde estaban unos tíos dando un concierto de versiones bastante bueno. Tocaron pink floyd, REM, coldplay, blind melon, pearl jam...y con bastante estilo, la verdad es que fue sorprendente.
Unas cervezas y cubatas despues, yo ya tenía casi ganas de vomitar (el ritmo de trincar de esta gente es flipante), y nos chaparon todo, cosa que celebré. Nos fuimos a sobar y santas pascuas.

Y bueno, tras el aburrido relato del pedo de ayer (me temo que entre las líneas de este texto se filtra un poco la resaca que invade mi cuerpo), paso a contar un poco dónde estamos y cómo de bien estamos.
Estamos alojados en la playa El Tunco, en un sitio que se llama Papaya's lodge. El sitio era precisamente lo que andábamos buscando, un lugar baratuno (pagamos 12 dólares la noche por la habitación doble), con baño compartido y cocina compartida. En cuanto pueda pondré unas fotos, de momento no hay fotos porque yo que soy muy listo me he traido un cable para la cámara que no era, y no puedo meter las fotos al ordenato.La peña aqui es super amable, nuestros anfitriones (Jaime papaya Delgado, y su mujer Saraí) son muy buena gente y son bastante cachondos. La señora de la limpieza, Doña Mari, es lo más parecido a una madre que se puede tener por aqui. Nos echa la bronca, se ríe de nosotros por haber echado aguacates chungos a la ensalada, y cada vez que ve que necesitamos algo se ofrece para ayudarnos.

De momento con la gente de por aqui nos llevamos bien, pese a la entrada triunfal del bananas en nuestro primer baño, que la primera ola que pilló se la saltó a un local. Yo dije "horreur, ya no nos vamos a poder meter más en todo el mes de lo que nos van a escocer las heridas que nos van a hacer estos tíos", pero no pasó nada. Más tarde ese mismo día comprobamos que las saltadas aquí están a la orden del día. Más que estar a la orden del día, básicamente si hay locales en el agua, ellos eligen sus olas. Si tú vas en una ola que quieren pillar, le dan, y tú te jodes. Y punto. Pero bueno, hay olas de sobra para todo el mundo, pese a que el pico no está tan desierto como podríamos desear.

Bueno, que cuente un poco el percal que hay por aqui. Estamos exactamente a 30 segundos andando de la arena de la playa. Desde ahí se ven cuatro picos:

-El Sunzal: A la derecha del todo, al fondo, hay que remar unos diez minutos o así para llegar. Las olas son de unos 2 metros, y son una gozada, super fáciles de pillar, gordas, fofonas pero contundentes. Está contínuamente rompiendo, y cuando pillas una, a no ser que te caigas, no te toca comer nada, vuelves a entrar por la izquierda y llegas con tu cabeza sequita. Eso sí, cuando toca comer, se come con seriedad. Estan contínuamente cayendote espumacas en la cabeza, que te pegan unas volteretas del patín, y te hacen retroceder mucho más de lo que has conseguido remar. Lo único que puedes hacer es seguir remando hacia la izquierda, hasta conseguir salir de ese infierno de patos inútiles. Yo ha habido un par de días que me he quedado ahí atascado una media hora, acabando al final gritando de desesperación. Pero salí las dos veces, aunque ya sin muchas fuerzas, la verdad.

-El Sunzalito: Justo en el sitio donde aparecemos nosotros para llegar a la playa. Las olas son más pequeñas, pero mucho más rápidas e hijaeputas. Estos dos últimos días nos hemos estado metiendo ahí. Además, aqui hay mucha menos gente, de hecho somos los únicos no locales que se meten ahi. Esto tiene sus ventajas y desventajas. La principal ventaja es que al contrario que en el Sunzal, aquí no ves mexicanos ricos de miami, la peor calaña que puede existir sobre la faz de la tierra. La desventaja es lo que he dicho antes, que si les gusta la ola sobre la que estas mas te vale salirte porque te la saltan sí o sí. Ayer me hicieron la primera saltada de mi vida (aparte de las que me puedan haber hecho el bananas y beltran, que esas no cuentan), y he de admitir que me hizo hasta un poco de ilusión. Supongo que ese sentimiento no durará mucho.

-La Bocanita: Está junto al Sunzalito, pero al otro lado de la roca de El Tunco. Mismo tipo de olas, solo que aquí si pillas una izquierda más te vale andarte al loro y conocerte bien las rocas que hay in the way.

-La Bocana: Al fondo del todo a la izquierda, se ven romper unas izquierdazas de espanto, aunque ahí no hemos entrado, porque hemos oido ese es un pico de locals only. Supongo que porque será de las pocas izquierdas que rompen en El Salvador.

Respecto a lo que hacemos aquí, pues básicamente nos levantamos pronto, nos zampamos un platanúz and to the water. Despues del bañete, desayunamos más en condiciones y zanganeamos en las hamacas un rato. Luego, un paseete por ahí, comer, otro baño, cenar, y a sobar.

Bananas está demostrando una capacidad de adaptación asombrosa. Se está haciendo amigo de todo pichi aquí, hasta de los perros pulgosos que nos han de pegar alguna enfermedad un día de estos. Ahora mismo el cabrón se ha pillado un sedal, un corcho, un anzuelo y un plomo y está pescando en el río que hay detras del papayas. Como siga así de aquí a un par de semanas andará en taparrabos con un machete en la boca cazando su propia comida. La verdad es que le admiro. Aunque ahora está pasando un momento malo, porque con su manía de no estirar al salir del agua está bastante jodido. Yo anduve un par de días medio malo, pero ya estoy todo bueno, con ganas de hacer un poco más el ridículo en el agua. De hecho puede que vaya a mirar cómo están las olas ahora mismo.

Bueno, que empiezo a aburrir, ya seguiré contando. Adieux!

2 comentarios:

Mr. Endrinas dijo...

joder que puta envida, parece molar mucho ese paraje. Seguiré atento el superblog de los meaplayas en centroamerica así que no dejes de escribir. Ya me veo un puto post de inicio y otro de bueno ya nos toca irnos...pero que cojones, lo que conteis ya será un regalo, Chale!

BullShit dijo...

Estimado Meaplayas
Bien sabes que no compartimos pasiones.
A tí te gustan las gordas y a mí no, prefieres ser sodomizado que porculizar, incluso te decantas por Frodo y sus colegas enanos y maricas que por la Santa Trilogía...
Pero, pese a nuestras diferencias, sé que gustosamente harás algo por mí, algo que sin duda ya habrás hecho.
Sólo te pido una buena orinada. De esas que tiñen el atolón coralino de amarillo rancio y hacen flotar panza arriba a los peces de colores.
Por mí.
Yeah!
Besos, maldito seas.